Mittwoch, 4. November 2015

Joven o viejo - no depende de la edad que tengas!





El artículo dado trata de la pregunta si ciertas edadas deben venir acompañadas por ciertos comportamientos. La opinión general de la autora es que no. No obstante, destaca que hay excepciones. En su opinion una persona mayor debe, por la experiencia de vida que ya lleva, haber adquirido “la capacidad de controlar el carácter”. Por eso dice que los pecadillos de la juventud ya no son perdonables en la adolecencia.

Con referecia a este asunto estoy absolutamente de acuerdo con la autora. Opino que cada etapa de la vida trae con sí ciertas lecciones. En la niñez, por ejemplo, aprendemos que estar tercos, no nos sirve de nada. Luego en la pubertad, escarmentamos que el mundo no gira sólo por nosotros. Aprendemos que las personas en nuestras vidas son igualmentes importantes que nosotros. Estas lecciones nos enseñan a no ser egoistas, a compartir, tener respeto y a controlar nuestro carácter. Al empezar con la universidad, el joven ser humano hace los primeros pasos hacia la independencia. En el curso de ir a la universidad a otra cuidad, nos mudamos de casa y derrepente nos tenemos que arreglar sólos. Ya no están los padres para decirnos que decisión hay que tomar en que situación. Sin embargo, si nos equivocamos, tenemos que vivir con las consecuencias nosotros mismos. Sobre todo, hay que desarrollar una actitud frente al dinero: Si gastamos todo antes de que termine el mes – nos encontramos comiendo spaghetti con pesto día por día. Otra lección más, que delante de todo las mujeres aprendemos, es una con respeto a la moda. La  ropa más de moda no suele ser la que más exitosamente combate el frió en hivierno. Atrapados a la cama con una pulmonía, aprendemos que absolutamente no hace falta seguir cada capricho de la industría de moda. A más, aprendemos poco a poco que no cada moda queda bien a todo el mundo.
Estas experiencias y decisiones que tomamos en el camino, determinan nuestra personalidad y en curso de esto, normalmente, desaparece la aspiración por estupideses. Pienso, que es por eso que la autora opina que los pecadillos de la juventud ya no son perdonables en la adolecencia.
Sin embargo, no exigo que personas mayores no se diviertan más. En contrario, según mí punto de vista, en cada etapa de la vida hay que disfrutarla al máximo – pero hay que usar la cabeza! Esto significa, que es recomendable gastar dinero juiciosamente, no emborracharse y salir de fiesta cada noche y luego faltar en el trabajo o exceder los limites de velocidad en zonas recidenciales.

Como todavía no soy una persona mayor no puedo hablar de mi propia experiencia, soy muy joven todavía y aún aprendiendo. Contemplandole a mis padres, tengo que decir que consiento con la autora en cuanto a su proposición de que en la adolecencía uno combate la misma batalla por desarrollar su propio imagen. Ahora que los hijos ya no estamos en casa derrepente ya no son primariamente padres. Es como si uno se le habra devuelto la vida y con eso muchas libertades que antes, por nosotros, no tenían. Estoy feliz por ver que todavía saben disfrutarse, que salen y que hacen lo que les de las ganas – pero lo hacen con mucha dignidad. No obstante, mí madre muchas veces dice: si salgo con mis compañeras del trabajo siempre soy la más vieja. Dónde están todas las mujeres en sus cincuentas? Para mí la vida no se ha terminado todavía, quiero salir, quiero viajar, quiero pasarmela bien! Pero muchas veces pienso, que quizas a mí edad no debería hacer esto. Qué dirán los demás? Ya no tiene 25 años. Que vergüenza!”
El otro día en la ciudad he encontado un postal diciendo: “uno tiene la edad corespondente a como se sienta”. 


(Arbeitsdauer: 1:45 min)

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen